Si las personas del equipo de liderazgo están saludables y alineadas, la siguiente pregunta importante es: ¿Cómo está el equipo de primera línea que está ejecutando el negocio? ¿Tenemos el talento adecuado en el autobús? ¿Las personas están viviendo los valores fundamentales? ¿Son productivos? ¿Si no, por qué no?
Todas estas son preguntas vitales para que el equipo de liderazgo reflexione y esto comienza con asegurarse de que tengas a las personas correctas, haciendo las cosas correctas, de la manera correcta.
Existe un proceso de evaluación que surge de la metodología que Jack Welch utilizó cuando fue CEO de General Electric, un proceso llamado topgrading. Este parte desde el proceso de reclutamiento y selección. hasta tener a las personas correctas y mantenerlas como las personas correctas. Wech se preguntaba, ¿cómo me garantizo que esa persona sea la correcta? Así surge esta gráfica, en la parte horizontal está la productividad: hacer las cosas correctas de manera correcta. Luego en la parte vertical tenemos los valores: qué tan alineado está mi colaborador a la cultura de la empresa (valores, propósito, BHAG).
Resumimos a continuación qué tipo de personas son cada uno de los jugadores en la gráfica (A, B, C, B/C).
Es un jugador altamente productivo y está alineado a la cultura. Es de las personas en las que podemos confiar, que sabemos que hará lo que tiene que hacer pero también vive los valores y que protegerá la cultura de la organización.
Lo que se debe hacer con estos jugadores es darles la oportunidad de crecer dentro de la organización y dentro de su puesto. Considerarlos como candidatos a responsabilidades más grandes y desarrollar sus habilidades. Lo más importante de todo esto, retener a las personas.
Lo que no se debe hacer con estos jugadores es cargarlos con más trabajo, dejarlos solos, no acompañarlos y no desarrollarlos. Esto lo único que provocará es hacer que esta persona se sienta saturada y desmotivada.
Es un jugador que no es del todo productivo, pero que sí vive la cultura y está alineado. El hecho de vivir la cultura y estar alineado es de las cosas más difíciles.
Lo que se debe hacer con estos jugadores es pasarlo a ser un jugador tipo A, esto por medio de capacitación, lo cual es formarlo en sus diferentes capacidades para que esta persona pueda aprender a ser productivo. La siguiente es por medio de coaching y acompañamiento, para seguir desarrollando sus capacidades. Otra opción es asignar mentores que están dentro de los equipos de la organización, mentores que saben qué necesita aprender para pasar el proceso.
Lo que no se debe hacer con estos jugadores es perder la esperanza en ellos, no dedicarles el tiempo para que pasen a ser un jugador tipo A. No olvides que si tu jugador ya está en la posición que necesitas y vive la cultura, significa que de alguna forma ha tenido las capacidades requeridas, pero simplemente no ha logrado el nivel de productividad esperado.
Es un jugador que no es productivo y tampoco está alineado a la cultura.
Lo que se debe hacer con estos jugadores es dejarlos ir, inmediatamente.
Lo que no se debe hacer con estos jugadores es tratar de dedicarle todo el tiempo para rescatarlos cuando estás olvidando dedicarle tiempo a los jugadores tipo A y B.
Es un jugador que sí es productivo, pero no está alineado a la cultura. Es probablemente un detractor silencioso de la cultura, aunque hay quienes lo hacen de forma abierta. Esto puede ser perjudicial porque puede mantenerse socavando a tal punto de afectar a otros miembros de la organización. Muchas veces estos jugadores están identificados, pero existe el miedo de dejarlos ir ya sea porque estas personas traen resultados, o los resultados dependen de ellas.
Lo que se debe hacer con estos jugadores es un plan de cómo se recuperará el control de los conocimientos de esta persona, y cómo se protegerá la productividad en caso esta persona se vaya, pero saber cómo dejarlo ir de una forma segura para la organización.
Para desarrollar una cultura en la que tengas las personas correctas en tu empresa hay 5 prácticas importantes a desarrollar dentro de desarrollo de talento:
Los líderes deben tener una revisión continua y regular de su talento para asegurarse de que están trabajando continuamente para mejorar y eliminar a los jugadores C de la cultura. Darle al equipo una supervisión y una retroalimentación, y tener el cuidado de decirles si están haciendo las cosas bien o mal, o cómo pueden mejorar. La falta de atención solo provocará que las personas cometan más errores, que no se sientan valorados o que su trabajo no es relevante. Con una revisión periódica se le puede comunicar al colaborador qué le hace falta, qué oportunidades tiene, cómo puede aportar más valor a la organización. Estas acciones provocarán que las personas estén en un constante proceso de querer crecer y desarrollarse.
Es vital que el CEO se asegure de que sus informes directos (las personas del equipo de liderazgo) sean ejemplos de cómo se viven los valores centrales y la cultura primero. Al igual que el equipo de liderazgo, también lo hace el resto de la empresa.
Debe ser una de las personas del equipo más productivas en sus roles de contribuidor individual, así como en vivir los valores centrales.
La razón número 1 por la cual los jugadores A abandonan una compañía es la tolerancia con los jugadores tipo C. La mayoría de los gerentes en las compañías pasan más tiempo intentando apoyar a las personas catalogadas como jugadores C, que con los jugadores A.
Como líderes, hay que aprender y saber instintivamente qué acciones tomar con las personas, cada tipo de miembros del equipo. Se debe retener a los jugadores tipo A, entrenar (para el crecimiento)a jugadores tipo B, advertir a los jugadores B\C y retirar a los jugadores C de la organización.
Piensa en tu propio equipo, ¿puedes identificar a cada una de las personas como A, B, C o B/C?
Para algunos equipos, es una necesidad realizar este ejercicio; necesitas saber quiénes son las personas a las que se recurre en caso de apuro. Necesitas saber quién va a arriesgarse para asegurarse de que las cosas se logren, sin importar cuánto esfuerzo requiera. También necesitas saber quién será una buena opción para ese proyecto a largo plazo, que requiere una mano firme y una atención constante para mantener el rumbo. Y definitivamente, en todo momento, debes saber si hay personas negligentes en el equipo que deban eliminarse.
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